Psé.
Hoy, 17/8, sólo entregaban 6 por persona.
Pero, ¡bueh!, siempre nos pasa lo mismo: el primer día les dan preferencia a los comerciantes; después, a los ciudadanos de a pie nos vuelven locos para cambiarnos unos pocos billetes o monedas (como si fueran de oro), y finalmente terminamos usándolos para encender la estufa de leña...
